Tras un largo tiempo, dedicados a trabajar una idea, meditar y centrar el proyecto, Pirinea al fin ve la luz ahora, a finales de 2012.
Orgullosos de esto, vemos como Pirinea significa respeto y pasión por la montaña; nace como un símbolo de preocupación por todo aquel que disfruta de ella, con todo lo que engloba, y por todo aquel que trabaja y vive de ella.
Dedicados al guiaje y formación desde hace una década, hemos aprendido de los momentos maravillosos que se nos regalan, pero también a ver las grandes carencias que se ponen de relevancia experiencia tras experiencia.
A partir de estas experiencias, Pirinea ha optado por una clara diferenciación ante cualquier otra entidad del sector: Nuestro gran pilar dentro de las líneas de calidad que seguimos, no es más que una verdadera puesta en valor de los recursos humanos, y una reducción al máximo en los ratios cliente/guía, que aumentarán de forma notable el control sobre el grupo y consecuentemente la seguridad.